ÉCHESE ESTO QUE ES
BENDITO
Mi abuela tenía el remedio para cualquier dolor, mal o
falencia y se valía casi siempre de yerbas o recetas caseras que nunca fallaban. Limón con toronjil para
la gripa y si tenía fiebre con una raíz de limoncillo, Uchuva con miel de
abejas para los terigíos, agua de manzanilla caliente para el dolor de estomago
y también para aclarar el pelo y dejarlo más brillante. Todas estas recetas
ella se las aprendió a su madre y así sucesivamente paso por generaciones hasta desaparecer. Para
darle paso a la medicina y a la estética sintéticas creadas en laboratorios y
por científicos con vocación de servicio que sin lugar a dudas lograron
descubrimientos maravillosos que salvan montones de vidas. El rollo estuvo fue
cuando la ambición y la necesidad de ganar mas. empezaron a utilizar estos
inventos para crear necesidades en los consumidores para multiplicar sus
ventas. Un medicamento puede curar algo pero crear otra enfermedad y se le
suple con otro medicamento creado por el mismo productor. Así se crea la necesidad
de consumo en el planeta. Con los cosméticos sucede lo mismo por medio del
shampoo se crea necesidades en el cabello. Los químicos maltratan las glándulas
sebáceas que como mecanismo de defensa expulsan más grasa. haciendo que el
cabello se ensucie más rápido lo que hace que los consumidores se laven con más
frecuencia. Por esto es que yo insisto en volver a lo natural y ojala
orgánico: la papaya hidrata los cabellos secos, la linaza detiene la caída del
cabello, la manzanilla hace que los cabellos rubios mantengan mas su color, la
caléndula reestructura el pelo por las agresiones de los tratamientos químicos,
la miel de caña de azúcar estimula el crecimiento del cabello, lo nutre y le da
brillo por ser rica en ácido glicolico. Estas recetas se las daba mi abuela a
sus hijas y nietas. Estas mujeres siempre tuvieron melenas envidiables. Por eso
yo creo en las recetas de la ABUELA ¡
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